El 16 de enero de 2010, el río Paraná fue testigo de una tragedia que dejó una marca imborrable en la memoria de Encarnación y Posadas. Durante la 80ª edición del “Cruce del Paraná”, una tradicional competencia de natación que unía las costas de Paraguay y Argentina, lo que debía ser una jornada de deporte y camaradería se convirtió en uno de los episodios más trágicos del deporte regional.
La largada se realizó desde el club Pacú Cuá de Encarnación, con destino a la costanera de Posadas. Sin embargo, las condiciones del río escondían una amenaza latente: varias barcazas utilizadas para transportar soja permanecían ancladas en el canal del río Paraná, aguas abajo del punto de partida.
A pesar de la proximidad de estas embarcaciones y de los riesgos evidentes, la organización decidió iniciar la competencia. Pasadas las 10 de la mañana, decenas de nadadores y remeros se lanzaron al agua, sin prever que la corriente los arrastraría hacia las enormes barcazas.
En total, 40 personas, entre nadadores y remeros, fueron arrastradas por la poderosa corriente hacia las barcazas ancladas en el canal del río Paraná. Algunos lograron sortear el peligro y pasar por los costados de las embarcaciones, pero otros no corrieron con la misma suerte: quedaron atrapados debajo del casco de los enormes navíos, en una lucha desesperada contra la fuerza del agua que terminó siendo fatal para ocho de ellos.
Las víctimas fatales fueron:
- Fernando Solé Mases (12 años)
- Nicolás Levequi (14 años)
- Sebastián Ruzecki (19 años)
- Mauro Bacigalupi (28 años)
- Víctor Sessa (36 años)
- Luis Saide (56 años)
- Manuel Leiva (57 años)
- Eugenio Raúl Seró (59 años)
A 15 años de aquel fatídico día, el recuerdo de las víctimas sigue vivo. Cada 16 de enero, la región rememora este episodio con actos conmemorativos, no solo para honrar a los fallecidos, sino también para recordar la importancia de la seguridad en eventos deportivos.
La tragedia del Paraná marcó un antes y un después en la organización de competencias acuáticas. Aunque se han mejorado las medidas de seguridad y se han implementado controles más estrictos, este hecho continúa siendo un recordatorio de las terribles consecuencias que puede tener la negligencia.