Señalan que este grupo se habría infiltrado hace poco más de un mes entre los campesinos de la zona, que vienen reclamando desde hace más tiempo la recuperación de las dos mil hectáreas de tierra irregularmente apropiadas por el ex senador Blas N. Riquelme.
Martina Paredes, hermana de dos de los campesinos muertos, indicó que hace más de un mes vino una persona de nombre Rubén Villalba que se impuso como líder entre los campesinos con intención de reclutar miembros para una organización que no pudo identificar.
Según un comunicado emitido el domingo, el objetivo de este grupo infiltrado habría sido el de generar una crisis política.
Los familiares exigen la inmediata constitución de una comisión interinstitucional, conformada por el gobierno, familiares, organizaciones sociales y organismos de Derechos Humanos encargado de llevar a cabo un plan de acción que contemple varias medidas.
Entre ellas exigen las garantías para culminar la búsqueda de fallecidos y heridos en la zona de masacre, el esclarecimiento de los hechos ocurridos y la aplicación de la justicia a los verdaderos responsables materiales e intelectuales de la masacre, el resarcimiento material y moral a las víctimas y sus familiares, la libertad a aquellas personas que no estuvieron en los enfrentamientos o que fueron detenidos e imputados sin justificación, cuyo número asciende ahora a 46, aseguran.
Igualmente pide que se garantice el debido proceso a los detenidos con prisión preventiva, “acusados de delitos sin pruebas contundentes, incluso algunos siendo menores de edad como es el caso de Raquel Villalba Ortíz, quien cargando con una niña de tres meses la han derivado a la policía de coronel Oviedo y luego al policlínico de esta ciudad y pretenden encarcelarla en Asunción”.
Finalmente piden el cese del amedrentamiento de la fiscalía y la policía a los familiares, vecinos y dirigentes campesinos y la recuperación de las tierras malhabidas en manos de Blas N Riquelme, “conocido por su connivencia con la dictadura stronista”.