Battro es jefe de Educación del proyecto global “One LapTop Per Child” (Una Computadora por Niño), además es médico, pedagogo y psicólogo. Está de visita en Paraguay para reunirse con los responsables de la implementación del modelo pedagógico, que está en manos de la organización Paraguay Educa, y autoridades nacionales.
Dijo que en Caacupé los niños y adolescentes ya son “fluidos digitales”. Otro avance nunca antes visto en la historia es que mediante estas herramientas el aprendizaje se vuelve horizontal, es decir los propios niños son los que enseñan a otros niños o a sus padres. “Ese cambio social es extraordinario”, señaló.
Los niños se convierten entonces en “maestros” y eso constituye un cambio social no solamente en el área de la enseñanza, dijo. “Es la primera vez que millones de niños enseñan a sus pares y a los mismos adultos”, expresó.
Comentó que América Latina es una de las zonas más importantes donde se implementa este programa, y los avances allí serán aún más importantes a medida que pasa el tiempo. Puso de ejemplo a Uruguay, donde el programa ya tiene ocho años de implementación y que actualmente en ese país no hay niños ni jóvenes analfabetos digitales.
Battro consideró importante también el hecho de que los niños con alguna discapacidad física ya no se sienten fuera del sistema, ya que gracias a la tecnología pueden participar y comunicarse como todos los demás. “En el uso humanitario de los recursos digitales, los niños con discapacidad son los primeros beneficiados”, manifestó.
Es decir, el proyecto de la computadora implementa equidad en la sociedad, no solamente en el caso de los estudiantes con discapacidad, sino con los que tienen menos recursos. Ellos pueden acceder a un beneficio que de otra manera sería impensable, dijo.
Además, los estudiantes asisten a las instituciones educativas “más motivados”, lo que contribuye a evitar la deserción escolar. En Caacupé, el proyecto inició en el 2008, y llega a 9.734 niños, 365 docentes de 35 escuelas.