En el informe se establecen los valores registrados en las distintas fechas. De 1.300.000 células por mililitro que dio en la primera medición en San Bernardino, ahora se encontraron 327.000 células por mililitro; y en Areguá, de 1.100.000 células por mililitro aproximadamente, se redujo a 62.000 células por mililitro.
“Hay una fluctuación lógica, y los motivos serian los efectos de adaptación de las especies, la competencia entre las mismas, la presencia de predadores naturales, y las condiciones climáticas sobre todo lo que tiene que ver con el aporte de agua, de viento y de sedimento a los que se deben ir adaptando”, explicó.
Por su parte, el ministro de Salud, Antonio Arbo, manifestó su satisfacción por el resultado de los estudios que comprueban una tendencia a la disminución de las algas en el lago, e hizo un llamado a acompañar a la SEAM en todas sus acciones, principalmente a trabajar en sensibilizar a las comunidades locales.
“Creo que es importante aprovechar la oportunidad que nos da el lago ya que nunca hemos tenido cifras tan bajas en este periodo, y aunque sin duda influyó la parte climática por las lluvias caídas, también contribuyeron a esta situación el temor de los contaminantes a ser pescados in fraganti, y otros que hicieron operativos en sus plantas de residuos”, concluyó.