lunes, septiembre 16, 2024

El decreto 2086: impulso al turismo de compras en Paraguay

Desde su promulgación, el decreto ha sido bien recibido por los comerciantes y ha contribuido a dinamizar la economía en las ciudades beneficiadas, aunque su implementación efectiva requiere la colaboración estrecha entre las autoridades aduaneras y los empresarios.

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En agosto de 2019, el Gobierno de Paraguay promulgó el Decreto 2086, una medida clave destinada a fomentar el turismo de compras en las ciudades fronterizas del país. Este decreto, que reglamenta el Régimen de Turismo de Compras, establece un sistema de facilitación para que turistas extranjeros, principalmente de países vecinos como Brasil y Argentina, puedan adquirir productos a precios competitivos, lo que a su vez busca dinamizar la economía de las zonas fronterizas y fortalecer el comercio minorista.

 

¿En qué consiste el decreto?

 

El Decreto 2086 tiene como objetivo principal permitir que los turistas extranjeros adquieran productos en comercios adheridos a un sistema simplificado de compras. La iniciativa está dirigida a incrementar la competitividad de Paraguay como destino de compras, en particular en ciudades fronterizas. Es una medida que busca fomentar el turismo comercial, atraer a compradores de países vecinos y dinamizar la economía de las ciudades fronterizas del país. 

 

Este régimen establece que las personas extranjeras pueden comprar bienes sin el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que permite que los productos sean más accesibles en comparación con los precios en sus países de origen. Además, las compras se encuentran limitadas a un monto específico para evitar el contrabando y proteger la competitividad interna.

 

¿Cómo funciona?

 

El régimen de turismo de compras establece un sistema simplificado en el cual los comerciantes que deseen participar deben estar registrados y cumplir con ciertos requisitos. Los turistas pueden comprar productos en estos comercios y, al hacerlo, no están sujetos al pago del IVA local, lo que reduce significativamente el precio final de los productos. Además, la ley define un tope en el valor de las mercancías que se pueden adquirir sin la aplicación del impuesto.

 

El límite actual para compras en este régimen es de 300 dólares estadounidenses por persona, con ciertas restricciones en cuanto al tipo de productos que pueden ser adquiridos, enfocándose principalmente en artículos electrónicos, ropa, perfumes y accesorios. Este sistema está destinado a estimular las ventas al por menor, pero también incluye un riguroso control para evitar abusos y contrabando, una preocupación recurrente en la región.

 

Desde su promulgación, el decreto ha sido bien recibido por los comerciantes y ha contribuido a dinamizar la economía en las ciudades beneficiadas, aunque su implementación efectiva requiere la colaboración estrecha entre las autoridades aduaneras y los empresarios.

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