La reciente decisión del gobierno argentino de disolver la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha generado incertidumbre en varios sectores, particularmente en el comercio y tránsito fronterizo entre Posadas y Encarnación. Esta medida, que según el gobierno tiene como objetivo mejorar la eficiencia en la recaudación tributaria y el control aduanero, plantea dudas sobre cómo afectará a una de las principales conexiones comerciales y turísticas entre Argentina y Paraguay.
Cambios en los controles aduaneros
Uno de los aspectos más sensibles es el control aduanero, que recae bajo la supervisión de la AFIP. Con su disolución, se abre un periodo de transición hacia una nueva entidad que asumirá sus funciones. Esto podría generar demoras en los controles en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz, uno de los pasos más concurridos de la región. Los comerciantes, transportistas y turistas que cruzan diariamente este paso podrían enfrentar largas filas y controles menos fluidos debido a la reestructuración.
Impacto en el comercio bilateral
Encarnación y Posadas tienen una interdependencia comercial significativa, con un flujo constante de bienes y servicios. La incertidumbre sobre la implementación de nuevas normativas aduaneras, junto con posibles cambios en las tasas impositivas, podría generar complicaciones para los pequeños comerciantes que dependen de la rápida circulación de mercancías a través de la frontera.
Los productos que más circulan en esta frontera son electrónicos, textiles y alimentos, sectores que podrían verse directamente impactados por un control aduanero menos eficiente. En este contexto, se teme que los costos asociados a la importación y exportación puedan aumentar, lo que desincentivaría el comercio fronterizo y afectaría la economía local de ambas ciudades.
Futuro incierto
Aunque aún no está claro cómo se llevará a cabo la transición de funciones de la AFIP, la falta de detalles concretos genera preocupación en ambos lados de la frontera. Los ciudadanos y empresarios de Posadas y Encarnación seguirán de cerca los próximos pasos del gobierno argentino, conscientes de que cualquier alteración en el régimen aduanero y tributario podría tener repercusiones profundas en la dinámica fronteriza.
La disolución de la AFIP es un proceso que seguramente tendrá consecuencias a largo plazo, y la región del nordeste argentino deberá adaptarse a los cambios que se avecinan. Por ahora, el paso fronterizo Posadas-Encarnación enfrenta un futuro incierto, con el riesgo de que se generen más dificultades para la circulación de personas y mercancías.