sábado, abril 26, 2025

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La «Zona Baja» de Encarnación: Un capítulo nostálgico en la transformación urbana de Encarnación

Este emblemático sector, ubicado a lo largo de la ribera del río Paraná, albergaba una vibrante actividad comercial que caracterizó a Encarnación como uno de los centros más dinámicos del sur del Paraguay.

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En las décadas anteriores a la transformación que trajo consigo la represa de Yacyretá, la «Zona Baja» de Encarnación fue el corazón latente del comercio y la vida social de la ciudad. Este emblemático sector, ubicado a lo largo de la ribera del río Paraná, albergaba una vibrante actividad comercial que caracterizó a Encarnación como uno de los centros más dinámicos del sur del Paraguay.

Durante gran parte del siglo XX, la Zona Baja fue un lugar de encuentro no solo para los habitantes de Encarnación, sino también para viajeros y comerciantes que llegaban desde diversas partes del país y del extranjero. Tiendas de ropa, ferreterías, mercados, restaurantes y pequeños negocios familiares constituían el alma de este distrito. La cercanía al río Paraná también convirtió a esta zona en un paso natural para los intercambios comerciales con Argentina, en particular con la ciudad vecina de Posadas.

 La llegada de Yacyretá: un cambio irreversible

Sin embargo, el esplendor de la Zona Baja llegó a su fin con la construcción de la represa hidroeléctrica de Yacyretá. Iniciada en los años 1980 y finalizada en las primeras décadas del siglo XXI, la represa generó un cambio drástico en la geografía de la ciudad. Como parte de este proyecto, el nivel del río Paraná subió, inundando vastas áreas, incluida la legendaria Zona Baja de Encarnación.

Los habitantes de la ciudad fueron testigos de un proceso de evacuación masiva, en el que muchos comercios se trasladaron a zonas más altas, y el gobierno, en colaboración con Yacyretá, promovió la construcción de nuevos barrios y distritos comerciales. Aunque la promesa de una «Nueva Encarnación» traía consigo expectativas de modernidad y desarrollo, para quienes vivieron el esplendor de la Zona Baja, la transformación fue un golpe emocional y económico.

Lo que quedó de la antigua Encarnación

  • El sector de Paseo de la Villa Baja:  ubicado en la ex zona baja de la ciudad de Encarnación. La nomenclatura refleja la importancia de mantener viva la historia de la ciudad de Encarnación, vivencias que la comunidad guarda en los recuerdos reposan la zona hoy denominada “Peatonal Villa Baja”. También representa un reconocimiento y gratitud a los primeros pobladores y comerciantes que forjaron el crecimiento y la pujanza de la ciudad.

  • La playa San José:  Se encuentra ubicada sobre la Avenida Costanera República del Paraguay, con una extensión de 1200 metros, se caracteriza por su modelo inclusivo, permitiéndoles llegar hasta el agua y disfrutar a pleno del río, Perfectamente señalizadas con boyas que delimitan a los bañistas el límite seguro de ingreso al río, que separa del paso de embarcaciones de pequeña y gran envergadura.

  • Molino San José: El molino harinero San José conformaba, junto al silo del mismo nombre, uno de los centros de producción, industrialización y exportación de granos más importantes de la zona. Ambas estructuran datan del año 1940, resultando ser dos elementos claves en la economía local y nacional durante buena parte del siglo XX.

  • Silo San José: El silo San José es un ícono histórico de la antigua Encarnación. Junto con el molino y la chimenea, formaban parte del sistema de producción de La Fabril Paraguaya S.A. Mediante la vía ferroviaria, se realizaba el transporte de granos ya industrializados a otros puntos del país. Su implicación en la economía local y nacional fue de gran importancia durante buena parte del siglo XX.

  • Réplica de la estación del ferrocarril: La vieja estación de ferrocarril fue construida a principios del siglo XX y marcó un hito en el desarrollo económico y social de la región. Era el extremo de la línea ferroviaria que partía desde la ciudad de Asunción, pasando por varios poblados del interior del país. Fue también una conexión importante con Argentina.

El legado de la Zona Baja persiste en la memoria colectiva de Encarnación. Aunque la transformación de la ciudad ha sido aclamada como un éxito en términos de desarrollo urbano, el recuerdo de aquella antigua zona comercial continúa vivo en las historias transmitidas de generación en generación. Hoy, caminando por el paseo costero, es difícil imaginar el bullicio de otro tiempo bajo el agua, pero el espíritu de la Zona Baja sigue presente en el alma de la ciudad.

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